La disponibilidad del agua para consumo humano es cada vez menor debido al cambio climático, la contaminación ambiental y la deforestación a nivel mundial entre otros, por lo que es necesario e impostergable que todos realicemos esfuerzos por ahorrar agua en el hogar, lo cual no requiere de desembolsos significativos.
Cada vez que deposita una colilla de cigarro, toalla facial u otro pequeño fragmento de basura dentro del inodoro y lo acciona, se desperdician varios litros de agua.
Los cabezales de ducha de bajo consumo de agua y los aireadores de chorro tienen un bajo costo y son fáciles de instalar. Bajo consumo de agua se refiere a dispositivos que utilizan menos de 2.5 galones de agua por minuto ó sea menos de 9.5 litros por minuto, esto en relación a chorros convencionales que utilizan promedio de 15 litros por minuto.
Limite el tiempo de uso del agua en la ducha, cerrando la válvula mientras se enjabona. Normalmente, una ducha convencional abierta durante cuatro minutos utiliza aproximadamente entre 20 y 40 galones de agua (entre 75 a 150 litros).
Sustituya los inodoros convencionales cuyos tanques utilizan de 12 a 14 litros por cada descarga, por inodoros con tanques de 6 litros por descarga los cuales son de bajo consumo, eficientes y aceptados por Normas Internacionales, obteniendo un ahorro de entre 90 a 100 litros de agua por día.
Al cerrar el chorro mientras se cepilla los dientes, se evita desperdiciar agua no utilizada.
El uso de un vaso de enjuague bucal limita la cantidad de agua que se requiere para lavarse los dientes.
Llene el lavamanos con unas cuantas pulgadas de agua tibia y agite su máquina de afeitar dentro de ella, lo cual hace que se enjuague la navaja tan bien como con agua corriendo, resultando en un menor desperdicio de agua.
Los lavaplatos automáticos y lavadoras de ropa deben estar completamente cargados para el ahorro óptimo del agua. La mayoría de los fabricantes de jabón para lavar platos recomiendan no enjuagarlos previamente, lo cual representa un gran ahorro de agua.
Si dispone de un lavatrastos de dos recipientes, llene uno con agua jabonosa y el otro con agua de enjuague. Si Usted tiene un lavatrastos de un solo recipiente, se recomienda recoger los platos lavados en un estante para platos y enjuagarlos con un dispositivo de pulverización o una cubeta con agua caliente.
Con los vegetales, basta sólo enjuagarlos en un lavatrastos con tapón o un recipiente con agua limpia.
Si usted está plantando grama nueva o renovándola, utilice una variedad resistente a la sequía. De igual forma, muchos arbustos y plantas hermosas crecen con mucho menos riego que otras especies. Las plantas nativas de nuestro país requieren menos agua que aquellas importadas y son más resistentes a las plagas locales. Considere la posibilidad de diseñar un jardín de bajo mantenimiento, en el cual se plantan las especies en grupos según sus necesidades de riego, dejando una zona seca plantada con especies donde no será necesario regar en todo el año, una zona de riego moderado donde ocasionalmente se aporta agua a las especies más exigentes y finalmente una pequeña zona húmeda en la que las necesidades de riego sean mayores.
Coloque una capa de cascajo alrededor de los árboles y plantas, haciendo más lenta la evaporación de la humedad y reduciendo el crecimiento de malezas. Presione el cascajo alrededor de cada planta para formar una ligera depresión y prevenir o minimizar el escurrimiento del agua que llega a ésta.
Coloque los aspersores de tal forma que el agua caiga en la grama o jardín y no en áreas pavimentadas. Además, evite regar en días con mucho viento.
Una buena manera de ver si su grama necesita riego es dar un paso sobre ella. Si retorna a su posición luego de retirar el pie, indica que no necesita agua. Si se mantiene plana, la grama está lista para el riego. Dejar que la grama crezca más alta (a unas 3 pulgadas) también promoverá la retención de agua en el suelo.
Al regar la grama, deje el tiempo suficiente para que la humedad penetre hasta las raíces donde se va a obtener el mayor beneficio. Una pequeña porción de agua puede evaporarse rápidamente y tiende a favorecer los sistemas de raíces poco profundas lo cual es inadecuado para la grama. Para efectos de establecer si ha regado la cantidad adecuada, ponga una lata de sardinas o atún vacía en medio de su jardín y verifique cuando se llene, evitando humedecer más de lo necesario la grama.
Temprano por la mañana es generalmente mejor que la oscuridad, ya que ayuda a prevenir el crecimiento de hongos. Al regar en horas tempranas y tardías reduce la pérdida de agua por evaporación causada por el sol. El riego temprano en el día es también la mejor defensa contra las babosas y otras plagas del jardín. Trate de no regar cuando hace viento pues éste puede desviar aspersores y la velocidad de evaporación se eleva.
La adición de materia orgánica a su suelo le ayudará a aumentar la absorción y retención de agua. Las áreas que ya están plantadas pueden ser revestidas con abono o materia orgánica.
Esfuércese en limpiar el automóvil utilizando un cubo de agua jabonosa. Utilice la manguera sólo para enjuagar, pues esta simple práctica puede ahorrar hasta 150 galones al lavar un automóvil (568 litros ó 0.568 m3). Use una boquilla rociadora cuando enjuague para un uso más eficiente del agua.
Evite usar la manguera como si fuera una escoba para desplazar basura en las calles y aceras frente a su casa. Recoja la basura por medio de una escoba y finalmente enjuague las calles y aceras en forma eficiente.
En resumen, sea un facilitador del ahorro de agua en su casa, enseñando a su familia todos estos prácticos consejos y supervisando su ejecución por algún tiempo hasta que se conviertan en un hábito para todos los miembros del hogar.